Psicosalut Centre de Psicologia Sanitària

Personalidad

MARK ASO ROLDÁN

Psicólogo Sanitario

Actualizada el 18/03/2020

Introducción

Los antecedentes del estudio de la personalidad se remontan a la Grecia Clásica. Empédocles, Hipócrates y Galeno, entre otros, sentaron las bases para la comprensión de la personalidad mediante el constructo del temperamento y la teoría de los humores. De esta teoría bebieron todas las demás concepciones de la personalidad pero no fue hasta mediados del siglo XX que se definió esta disciplina, y su estudio empezó un proceso de expansión sin precedentes. En ese momento surgieron muchas otras perspectivas, con menor influencia de estas tradiciones filosóficas, y mucha mayor influencia del método científico para validar o desechar sus teorías.

En cuanto a las aproximaciones que aplican el método cientificonatural, podemos diferenciar entre la aproximación clínica, la correlacional y la experimental.

 

  • En la primera, como clínicos destacados podemos nombrar a Sigmund Freud y su teoría del desarrollo psicosexual en el que la personalidad se entiende como el resultado de tres componentes: el yo, el superyó y el ello. También podemos nombrar a Carl Rogers, que postulaba que el determinante fundamental de la conducta es la necesidad de crecimiento y autorealización. Y tampoco podemos dejar de incluir a George Kelly, el cual tiene una aproximación mucho más posmoderna ya que su teoría se basa en los constructos personales con los que nos interpretamos a nosotros mismos y a los demás.
  • En cuanto a la aproximación correlacional, podemos decir que lo que pretenden medir son las «diferencias individuales», es decir, comparar rasgos entre distintos individuos. Como científicos destacados podemos nombrar a Francis Galton (primo de Charles Darwin), Charles Spearman, Hans J. Eysenck, y Raymond B. Cattell. En general, partían de posiciones cercanas y compatibles entre ellas, por lo que en los años 90 se formó un consenso entre los expertos para establecer los llamados 5 grandes. Se trata de las 5 dimensiones de la personalidad: neuroticismo, extraversión, consciencia, amabilidad, y apertura a la experiencia.
  • Finalmente, en la aproximación experimental se busca la causalidad. En esta aproximación podemos incluir a Wilhelm Wundt, el considerado padre de la psicología científica, Hermann Ebbinghaus, y también Iván Pavlov que, junto con John B. Watson y Burrhus F. Skinner, son los padres del conductismo clasico y operante.

En definitiva, la personalidad, cuyo origen etimológico proviene del latín tardío y significa «uso de una máscara en la personificación de un papel en una obra», es un constructo psicológico complejo de definir y más complejo de evaluar. ¿Dónde situamos la personalidad? ¿Es producto del entorno, la educación y el aprendizaje o más bien de la herencia genética? ¿Es estable durante toda nuestra vida o cambia con el tiempo? ¿Somos diferentes dependiendo del grupo en el que nos encontremos o nuestra personalidad es más bien estática? ¿Existen problemas o trastornos que pueden dificultar la propia vida y la de otras personas? Nos podemos formular todas estas preguntas y muchas más. En los siguientes párrafos respondemos algunas de ellas.

Componentes de la Personalidad

A día de hoy, podemos decir que existen cuatro elementos que integran la estructura de la personalidad. Es decir, serian los fundamentos de la personalidad y, todos los modelos que existen se podrían situar dentro de esta clasificación. No es más que una solución al eterno conflicto genética-ambiente. De los cuatro componentes, los más importantes dentro del estudio de la personalidad es el Temperamento y el Carácter.

 

  • Constitución: se trata de los procesos biofisiológicos que se dan en el organismo. Podemos enumerar la activación fisiológica de una persona, su metabolismo, etc.
  • Temperamento: su origen etimológico viene del latín clasico, Temperamentum, y significa «mezcla en su justa proporción». Hace referencia a los «humores»: sangre, bilis amarilla, bilis negra, y flema, que, según Hipócrates, son los 4 elementos fundamentales del cuerpo humano. En la actualidad representa las disposiciones emocionales de la persona y tendría un componente genético muy importante. Por tanto, es una característica muy estable en la personalidad de un individuo que se manifiesta desde los primeros momentos de la vida. Podemos enumerar aquí las tendencias a sentir ansiedad, ira, vergüenza, rabia, miedo, etc.
  • Carácter: su origen etimológico viene del griego «Kharax«, que se refiere a «gravar o marcar con una estaca» y «Ter«, que significa «Agente». Por tanto, su significado sería algo similar a «agente que grava sobre una persona». Vemos, pues, que hace referencia al entorno. Es el componente menos genético de la personalidad y, por lo tanto, menos heredable que existe. Se trata de la parte aprendida de la personalidad y queda definida por el conjunto de valores, actitudes, creencias, necesidades, etc., de cada persona. El carácter, pues, se adquiere a lo largo del proceso de socialización y evoluciona a lo largo de la vida. Su núcleo es el autoconcepto, el modelo interno que cada uno tiene de sí mismo.
  • Inteligencia: también tiene un componente genético muy importante e influye en la personalidad en la medida en que ésta es la que genera, organiza, estructura y mantiene todos los procesos cognitivos.

Dimensiones de la Personalidad

Una vez vista la influencia que tienen los componentes genéticos y los componentes ambientales en la personalidad, la cual ronda el 50%, podemos hablar de las dimensiones de la personalidad. Es decir, la parte que describe cómo somos, ya que lo anterior solo especifica su origen, ya sea dentro del individuo o fuera.

En cuanto a las dimensiones temperamentales, podemos utilizar el modelo PEN de Eysenck, ya que son las dimensiones que mayor validación empírica han obtenido. Según este autor, existen tres dimensiones del temperamento independientes entre sí:

 

  • Eje Extroversión-Introversión: en un extremo de este eje encontraríamos a las personas altamente extrovertidas y en el lado opuesto, a las altamente introvertidas. Las primeras tienden a buscar la estimulación fuera de sí mismas, en el entorno. Son muy susceptibles al aburrimiento, sienten aversión por el aislamiento, son asertivas, enérgicas, habladoras y les gusta atraer la atención hacia sí mismas. En general tiene una tendencia a sentir emociones positivas. Por el contrario, los introvertidos tienen tendencia a buscar la estimulación dentro de sí mismos, esto es, en sus propios pensamientos y procesos internos. Son percibidos como más reservados o reflexivos y gustan de actividades solitarias como leer, escribir o meditar. Muchas veces se sienten sobrepasados por la sobreestimulación en reuniones y eventos sociales. Su modo de procesar la información es más secuencial y tienden a observar y analizar una situación antes de actuar. No se debe confundir la introversión con la timidez, puesto que la primera es una preferencia personal, mientras que la segunda surge de una reacción emocional egodistónica, es decir, no deseada.
  • Eje Neuroticismo-Estabilidad Emocional: se puede decir que aquellas personas con un neuroticismo extremo tienden a ser más emocionales y sensibles y sufren de una emocionalidad negativa más acusada. Ansiedad, preocupación, miedo, rabia, frustración, envidia, celosía, culpa, estado de ánimo depresivo y soledad son algunas de las emociones que las personas con una disposición neurótica elevada conocen muy bien. Al ser más sensibles, son una población de mayor riesgo para sufrir trastornos psicológicos, como trastornos del estado de ánimo, de ansiedad y también abuso de sustancias. Por el contrario, aquellas personas con bajo neuroticismo gozan de una mayor estabilidad emocional y son menos reactivas al estrés. Tienden a ser calmados, tranquilos, y menos propensos a sentirse tensos, nerviosos y confundidos. En este sentido, aunque no tienen tendencia a sufrir una emocionalidad negativa, no necesariamente suelen sentir una emocionalidad positiva.
  • Eje Psicoticismo: las personas con una puntuación elevada en psicoticismo se encuentran sometidas a un patrón de agresividad y hostilidad interpersonal. Son personas que se caracterizan por tener baja empatía,  reacciones impulsivas, asunción de riesgos y una mayor búsqueda de sensaciones novedosas. Por ello, un alto psicoticismo se puede considerar un factor de riesgo para el consumo de drogas y alcohol, el comportamiento sexual de riesgo o el exceso de velocidad en la conducción, entre otros.

En este punto también cabe señalar las importantes aportaciones de Jeffrey A. Gray, que propone los constructos de Sensibilidad al Castigo, que se relacionaría con la dimensión de Neuroticismo de Eysenck, y la  Sensibilidad a la Recompensa o Refuerzo, que se relacionaria con la dimensión de Extraversión.

 

Respecto a las dimensiones de carácter, en el modelo de Cloninger se distinguen tres dimensiones que, como se ha mencionado más arriba,el aprendizaje y los procesos de socialización juegan un papel muy importante:

 

  • Autodirección: esta dimensión del carácter establece la habilidad para regular y adaptar  el comportamiento a las demandas de la situación con el fin de lograr un objetivo o meta, de acuerdo con los propios valores. Se evalúan aspectos como la madurez, la congruencia y la autoestima.
  • Auto-Trascendencia: este rasgo de la personalidad tiene relación con la espiritualidad vs materialismo, la imaginación vs convencionalismo y el idealismo vs pragmatismo. En definitiva, se trata de la visión que la persona tiene de sí misma, de los demás y del mundo que le rodea.
  • Cooperación: esta dimensión concierne a la forma en la que una persona actúa en sus relaciones con otras personas. En concreto, nos habla sobre la capacidad de la persona para mantener conductas afiliativas, tolerantes, empáticas, compasivas y colaboradoras con los demás o, más bien, hostiles, agresivas, vengativas, oportunistas y egoístas.

¿Que utilidad tiene conocer la propia personalidad?

Conocer la propia personalidad ofrece múltiples posibilidades a todos los niveles: tanto a nivel de salud, como laboral, relacional, o de pareja. Como ejemplo, podemos destacar los siguientes:

 

  • A nivel descriptivo, puede ser útil para el autoconocimiento y la autorealización personal. Conocer en profundidad la personalidad propia puede ayudar a saber donde estamos y hacia donde nos dirigimos. Puede ayudar a establecer metas propias en todos los aspectos, tanto a nivel de hobbies, ocio o deportes, como a nivel laboral, académico y también relacional.
  • Por lo que respecta al mundo laboral, conocernos a nosotros mismos nos puede ayudar a mejorar nuestra performance en entrevistas de trabajo, a afrontar el estrés laboral, a decidir en qué tipo de trabajo nos sentiremos más cómodos o, por ejemplo, a adaptar nuestra forma de comunicarnos con los compañeros de trabajo y con nuestros superiores.
  • En lo concerniente al mundo académico, nos puede ayudar a decidir qué estudiar, donde llevar a cabo nuestros estudios, a organizarnos y programarnos las tareas, etc.
  • A nivel relacional, nos puede ayudar a mejorar nuestras relaciones familiares y de amistad, a decidir qué tipo de pareja buscamos o a mejorar nuestra comunicación y ser más asertivos.
  • En cuanto a la salud, los beneficios son más que evidentes. A nivel explicativo, conocer las causas de ciertas alteraciones en la personalidad y los efectos que tienen en sí mismo y en las personas que nos rodean, puede mejorar sustancialmente nuestra salud mental. En concreto, se pueden establecer un conjunto de guías y pautas con el objetivo de mejorar varias esferas de nuestra vida. Por ejemplo, saber que somos introvertidos nos explica por qué en determinadas situaciones nos sentimos más agobiados, o nos puede facilitar la toma de decisiones en algún momento dado, si conocemos cómo podemos reaccionar emocionalmente. Además, también nos puede ayudar a saber si tenemos riesgo de padecer algún tipo de trastorno de personalidad y a tomar medidas al respecto.

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Trastornos de la personalidad

En los manuales de diagnóstico, como el DSM-5, se describen diez trastornos básicos de la personalidad. Hay que tener en cuenta que estos diagnósticos son categoriales, es decir, o lo tienes o no lo tienes. Sin embargo, estos trastornos serian manifestaciones extremas de las dimensiones anteriormente explicadas. Las dimensiones hacen referencia al tamaño o proporción de un rasgo dado. Por ejemplo,  un alto neuroticismo, una alta extroversión y un alto psicoticismo se relacionarian con el Trastorno Límite de la Personalidad.

  • Trastorno de Personalidad Paranoide: es un patrón de desconfianza y suspicacia, de manera que se interpretan las intenciones de los demás como malévolas.
  • Trastorno de Personalidad Esquizoide: se trata de un patrón de distanciamiento de as relaciones sociales y una gama restringida de la expresión emocional.
  • Trastorno de Personalidad Esquizotípica: es un patrón de malestar agudo en las relaciones íntimas, de distorsiones cognitivas o perceptivas y de excentricidades del comportamiento.
  • Trastorno de Personalidad Antisocial: es un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás.
  • Trastorno de Personalidad Límite: se trata de un patrón de inestablidad de las relaciones interpersonales, de la imagen de sí mismo y de los afectos, con una impulsividad marcada.
  • Trastorno de la Personalidad Histriónica: es un patrón de emotividad y de búsqueda de atención excesivas.
  • Trastorno de Personalidad Narcisista: es un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía.
  • Trastorno de Personalidad Evitativa: se trata de un patrón de inhibición social, sentimientos de inadecuación e hipersensibilidad a la evaluación negativa.
  • Trastorno de Personalidad Dependiente: es un patrón de comportamiento de sumisión y adhesión relacionado con una necesidad excesiva de ser cuidado.
  • Trastorno de la Personalidad Obsesivo-Compulsiva: es un patrón de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control.

Todos los patrones de personalidad anteriormente descritos se pueden agrupar bajo tres categorías o clusters ya que comparten unas características comunes.

  • Cluster A: se trata del denominado grupo excéntrico y agrupa los trastornos de personalidad paranoide, esquizoide y esquizotípico.
  • Cluster B: es el denominado grupo dramático o emocional e incluye los trastornos antisocial, histriónico, límite y narcisista de la personalidad.
  • Cluster C: en este grupo, denominado grupo temeroso-ansioso, se comprenden los trastornos de la personalidad dependiente, evitativa y obsesivo-compulsiva.